Antes de que los niños empiecen a escribir sistemáticamente, pienso que es necesario trabajar una serie de campos que incidirán sobre todo el proceso de la escritura:
- El conocimiento del cuerpo.
- La coordinación dinámica general.
- El equilibrio.
- La relajación.
- La coordinación dinámica de las manos.
- La grafomotricidad…
En cualquier libro en el que se traten estos temas hay infinidad de ejercicios motrices útiles para que el niño vaya tomando conciencia de su propio cuerpo y desarrollando los campos arriba señalados. Corresponde al maestro, una vez que está informado, adaptarlos a sus alumnos y hacer una adecuada secuenciación de los mismos.
¿Cómo trabajaba yo estos campos cuando empecé a dar clase en Educación Infantil de 4 años?
- Los trabajaba poco y mal.
En principio, no entendía para qué servían estos ejercicios, ni sus implicaciones educativas, ni la necesidad de utilizar el movimiento como base de diferentes aprendizajes. Tampoco era capaz de utilizar los pocos conocimientos que tenía de psicología y pedagogía para hacer de ellos algo útil que pudiese trasladar a una clase de niños de 4 o 5 años.
Recuerdo que daba unas cuantas clases al mes de psicomotricidad (hacía sólo unos cuantos ejercicios en el aula de Educación Física, sin orden ni control, que había leído en un libro cualquiera). Simplemente con esto y algunas actividades más, ya creía que era pedagógicamente avanzada. El resto de la jornada escolar, lo empleaba en hacer fichas, no sólo hacía las que habíamos elegido en el centro para ese curso, sino que a lo largo del año ampliaba algunos temas buscando más fichas en otras editoriales o en libros. No satisfecha con esto, de cuando en vez, hacía alguna más por mi cuenta (para ampliar la formación “preuniversitaria” de mis alumnos…).
Con tanta ficha los niños pasaban gran parte de la jornada escolar sentados haciendo tareas repetitivas bastante aburridas, pero sobre todo actividades poco útiles, no muy adecuadas a la edad que tenían los niños y bastante alejadas de lo que deberían hacer y de sus intereses.
Menos mal que siempre consideré que los niños en E. Infantil debían jugar más tiempo durante la jornada escolar y tener más recreos de lo establecido por ley, con lo que, al menos mis alumnos, pasaron más tiempo jugando en el patio de lo habitual y, por suerte, se libraron de hacer unas cuantas fichas más que no les hubiesen servido para mucho.
Cuando empecé a leer sobre la enseñanza en E. Infantil, me di cuenta enseguida de que lo que hacía en clase no era precisamente lo que recomendaban determinadas personas que, por sus conocimientos y experiencia, sabían mucho más que yo. Por este motivo, empecé a leer y a asistir sólo a cursos sobre los que previamente me había informado convenientemente.
Pero tampoco aquí se acabaron mis desventuras. Más tarde, cuando empecé a trabajar con un orden y sabiendo más o menos las razones por las que hacía un tipo de actividades y no trabajaba otras, a veces, se me presentaron situaciones embarazosas: a los padres les parecía que hacía pocas fichas y como estas actividades que desarrollaba no se reflejaban en un trabajo tangible, a algunos les parecía que tanto los niños como yo estábamos perdiendo el tiempo. Eso de que nos dedicásemos a andar de “saltimbanquis” por los bancos suecos para trabajar el equilibrio, que nos arrastrásemos por el suelo, que apareciésemos pintarrajeados después de haber trabajado con pinceles sobre papel continuo que colocaba en el suelo o en la pared, que los niños hicieran “garabatos”, “pelotas” de papel o rasgaran papel de periódico… no eran actividades que me valorasen mucho. Poco a poco, las dudas y la desconfianza fueron desapareciendo aunque cada vez que empezaba en un colegio distinto, este proceso comenzaba de nuevo.
2 comments
La presión de la lectoescritura pesa y me encantaría que me guiaras para hacérselo lo más fácil posible a mis alumnos. Gracias
Excelente trabajo, siendo muy didáctico, más aún que hoy la escritura tanto en calidad como ortografía deja mucho que desear.más aún partiendo de quieneas somos profesionales de laeducación.