Voy a escribir sobre la lateralidad desde el punto de vista educativo basándome en cómo la trabajaba en el aula de Educación Infantil y ahora en la de Audición y Lenguaje.
Sobre los factores neurológicos relacionados con la lateralidad, no puedo dar mi opinión por desconocimiento.
Es necesaria la concurrencia de profesionales de diversas disciplinas: neurología, optometría, psicología, etc. además de todos los profesionales dedicados a la educación relacionados con el alumno para poder acceder a un diagnóstico fiable y completo por varias razones. La primera, porque el desarrollo de la lateralidad infantil es un proceso muy complicado en sí mismo y con diferencias notables entre un niño y otro; la segunda, porque tenemos la obligación de alertar de las situaciones que puedan entorpecer el desarrollo escolar de nuestros alumnos e intentar ponerles remedio dentro de nuestras posibilidades.
Los diversos profesionales que han estudiado y se dedican a diagnosticar y trabajar este campo de la lateralidad coinciden en la necesidad de realizar un diagnóstico precoz a los niños que presentan este tipo de dificultades, aunque no recomiendan hacerlo antes de los cuatro años.
Cuando descubrí que existía otra realidad diferente de la que yo creía y de las implicaciones educativas de la lateralidad, empecé a interesarme por este tema. Busqué información sobre el mismo y decidí utilizar un baremo basado en AUZÍAS porque lo encontraba fácil de entender y de aplicar. Así que decidí llevar a cabo un registro de los niños de E. Infantil en el que apuntaba el ojo, oído, mano y pie predominante, y el porcentaje de ítems que realizaban con el lado dominante. Las pruebas que les aplicaba no creo que las hiciera muy mal pero, con toda seguridad, la interpretación que hacía de las mismas, dejaba bastante que desear.
En tercer lugar, porque creo que para la mayoría de los maestros entraña bastantes dificultades percibir este tipo de situaciones. Para detectar un problema de lateralidad antes de que se produzca un fracaso, es necesario analizar muchos campos sobre los que no tenemos demasiados conocimientos (ésta es, al menos, mi situación).
“…los alumnos con dificultades de lateralidad, tienen gran voluntad y ponen mucho esfuerzo en el estudio, pero “el tiempo les cunde poco” y les es costoso culminar con éxito sus tareas escolares… Muchos de ellos no han tenido la oportunidad de que los educadores descubrieran sus dificultades y se resignan, junto con sus padres, a realizar un enorme esfuerzo personal en el aula y en su estudio personal, pensando que, en su caso, es un reflejo de su falta de capacidad intelectual”
MARTÍN LOBO, Mª. P.: La lectura. Procesos neuropsicológicos de aprendizaje, dificultades, programas de intervención y estudio de casos. Barcelona. Ediciones Lebón, S.L.
La dominancia lateral de un niño se define por el uso dominante de su mano, ojo, pie y oído. Lo deseable es que tengan una lateralidad homogénea, es decir, que utilicen la mano, ojo, pie y oído del lado derecho en el caso de los diestros, y en el caso de los zurdos, que utilicen el lado izquierdo.
1 comment
Me han parecido estupendos los temas que abordan, en especial los relacionados con la escritura y el movimiento.
Gracias por compartirlos