Niños zurdos y niños diestros

“Por lateralidad se entiende el predominio de un lado del cuerpo sobre el otro”.

“Generalmente se hace unas visión tipológica según la predominancia de un lado sobre otro, y así, los sujetos se clasifican en:

Diestros, cuando existe un predominio claro del lado derecho en la utilización de los miembros y órganos.
Zurdos, cuando el predominio es del lado izquierdo.
Ambidiestros, cuando no existe un predominio claro, y se usan indistintamente los dos lados.”

FERNÁNDEZ BAROJA, F.; LLOPIS PARET, A., y PABLO DE RIESGO, C.: Dislexia. Origen, diagnóstico y recuperación. CEPE, S.L. Madrid.1998.

“La lateralidad o predominancia lateral se define como la mayor utilización de un lado del cuerpo sobre el otro, que se manifiesta en el uso preferente de mano, pie, ojo y oído por el sujeto (Harris, 1958 / 1998; Portellano, 1952; Sazzo & Galifret-Granjon, 1984).”

“Comunmente, este factor se mide por medio de las respuestas que da un sujeto a un cuestionario ad hoc y/o por medio de un test de lateralidad. Por ejemplo, se observa qué mano utiliza el escolar para escribir, para lanzar la pelota, para repartir cartas, para enroscar una tapadera, etc. Respecto a la ocular, se observa cuando está mirando por un telescopio o por un cartón con un agujero.”

OUTÓN OVIEDO, P.: Programas de intervención con disléxicos. Diseño, implementación y evaluación. CEPE, S.L. Madrid. 2007.

Posiblemente sean estas cuestiones las que más he consultado a la largo de mi vida profesional. He tratado de informarme preguntando y leyendo pero, además de resultar complicadas, he encontrado unas diferencias considerables en las opiniones e interpretaciones que se hacen sobre ellas.

“Cuando se trata de funciones motrices binarias, como las de las manos o los pies, las anomalías llaman la atención: por ejemplo, si uno utiliza la mano derecha para algunas actividades y la izquierda para otras, o si es diestro de mano o zurdo de pie.

Pero, en el caso de las vías sensoriales, no se comprueba la falta de correspondencia con el hemisferio dominante sin realizar pruebas específicas. El test de Weber consiste en hacer escuchar al sujeto sonidos de diferentes frecuencias mediante vibraciones producidas en la mediana del hueso frontal. Así se puede descubrir que muchos estudiantes son diestros en algunas frecuencias y zurdos en otras.”

Según afirman estos autores, los problemas que acusan los niños con la lateralidad confusa influyen negativamente en la comprensión oral en el aula, en seguir las explicaciones, en el gran esfuerzo que tienen que hacer para conseguir los objetivos que se trabajan en el aula, etc. Se podría decir que esta circunstancia afecta al rendimiento escolar en general.

A veces, padres y profesores achacamos la falta de interés, de atención o de esfuerzo al niño cuando, en realidad, su actitud obedece a un problema de tipo neurológico que desconocemos.

ESTALAYO, VICTOR.; VEGA, ROSARIO.: Leer bien, al alcance de todos. El método Doman adaptado a la escuela. Editorial Biblioteca Nueva, S.L., Madrid.2003.

Para escribir esta entrada, he estado releyendo el libro que abajo señalo, y no he podido resistirme a hacer una referencia a uno de los temas tratados en el mismo:

Los NEUROMITOS

Yo también era de las que lo creían, me parecía razonable.

“… el mito de que solo se utiliza el 10% de las capacidades del cerebro, de lo que cabría deducir la potencialidad enorme que éste tiene y que de utilizarse todas se podría esperar un aumento considerable de la inteligencia en cada ser humano.”

Es, simplemente, mentira, según corrobora la neurociencia. El autor del libro afirma que todavía siguen utilizándose programas basados en esta afirmación falsa para aumentar la inteligencia.

“Hace un tiempo en una reunión del Consejo de Investigación nacional de Estados Unidos donde se discutió este mito, se concluyó que se podrís erradicar si se dejaba claro públicamente su falsedad y haciendo hincapié en que este, como tantas propuesta milagrosas de automejorar las capacidades de una manera fácil y rápida, era un camino estéril, ya que nada puede sustituirse al lento y duro proceso del trabajo y la disciplina en el trabajo cuando se trata de aumentar las capacidades intelectuales o de otro tipo de cada uno.”

“…el cerebro utiliza todos sus recursos (genética y entrenamiento) cada vez que se enfrenta a la solución de problemas o en los procesos de aprendizaje y memoria.”

En cambio, esta última idea hace mucho tiempo que la tengo clara.

MORA, FRANCISCO. (2013): Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama, Madrid: Alianza Editorial, S.A.