Siempre que empiezo cualquier actividad con los alumnos, procuro explicarla con claridad antes de que la realicen para no poner a los niños en situación de fracaso. Explico y repito las veces que sean necesarias esa actividad hasta que estoy casi segura de que todos la han entendido y saben exactamente lo que tienen que hacer y cómo. El proceso es muy importante.